1. yo
Yo trabajo.
¡Oh! ¡Yo conozco a este hombre!
Búscate un ángel que sea tan inocente como tú, porque yo, yo soy el diablo, como tú me has mostrado durante los últimos días.
Yo estoy libre todo el día, llegaré a verte a cualquier hora que te acomode.
Mi madre dice que los niños japoneses no son malos, pero viven muy lejos y por eso Papá Noel no les trae regalos. Menos mal que yo nací en España.
Pues si tú no vas a ceder y yo tampoco, creo que estamos en un punto muerto.
Si llevaran una semana llamándome a las tres de la madrugada para gastarme una broma, yo apagaría todos los móviles.
El hombre me preguntó quién era yo, a lo cual no consideré necesario responder.
Mi esposa dio a luz a un niño cuando éramos muy pobres. Mientras ella dormía, yo cociné arroz y verduras durante varios días y la sorprendí con la variedad y el sabor de mi cocina.
Ese hombre ya ha tocado fondo: su mujer le ha dejado, le han echado del trabajo y es alcohólico. Lo peor es que yo le conocía, él era mi jefe hace cinco años.
¿Cómo pueden tres hombres dividir $5? Daré a cada uno sólo $1, y yo me quedo con $2.
Cada vez que oigo a un jinete hablar del amor que siente por su caballo, yo me digo: "Pero ¿por qué lo montas?" ¡Es realmente incomprensible!
La única razón por la que estáis aquí es que yo lo he querido así, de modo que no os atreváis a alzarme la voz o podría cambiar de idea.
Bebo, dijo él, "por las personas enterradas que descansan a nuestro alrededor." "Y yo por tu larga vida."